El 97% de los nuevos casos de VIH son por relaciones sexuales sin protección
Decisión de usar preservativo debe ser de la mujer y del hombre
El Día Internacional del Condón (13 de febrero) se celebra en medio de una preocupante alza en las Infecciones de Transmisión Sexual. En la actualidad, son 200 mil nuevos casos diarios reportados por la Organización Panamericana de la Salud.
A pesar de ser el método más sencillo y eficaz para prevenir estas infecciones y los embarazos no deseados, muchas personas, y en especial jóvenes, son reticentes a utilizarlo.
El 97% de casos de VIH-SIDA en nuestro medio se transmite por relaciones sexuales sin protección, por lo que el Ministerio de Salud (Minsa) exhortó a la población a utilizar el preservativo (condón) como una de las medidas de prevención más efectivas para evitar esta infección.
Dicho sector precisó que a nivel nacional el contacto sexual es la primera vía de infección de esta enfermedad y por ello se recomienda el uso correcto y sistemático del condón, como una de las medidas más efectivas para la prevención del VIH en la población”.
El Minsa advirtió que dejar de usar el preservativo aumenta el riesgo de contraer infecciones mediante la transmisión sexual (principalmente la gonorrea y sífilis) y el VIH-SIDA. El contacto vaginal o rectal sin protección es muy inseguro.
El preservativo debe usarse desde el comienzo mismo de la relación sexual, cualquiera sea el tipo de práctica (vaginal, anal o bucal). Entre las recomendaciones principales sobre su uso destacan; no exponerlo al calor y tampoco debe lubricarse con sustancias aceitosas porque éstas deterioran el látex haciéndolo permeable. La lubricación debe hacerse con cremas solubles en agua, usarse sólo una vez y desecharse.
Es importante destacar que la responsabilidad por el uso del preservativo debe ser una decisión conversada y racionada por la pareja. No sólo el varón decide, ya que también las mujeres tienen el deber y el derecho de protegerse.
Otras medidas preventivas del VIH-SIDA están relacionadas a disminuir el número de parejas sexuales para reducir el porcentaje de probabilidades de la infección y que los adolescentes deberían prolongar el inicio de las relaciones sexuales por la vulnerabilidad biológica a la cual están expuestos.
